miércoles, 30 de octubre de 2013

Sigo en un nivel medio de IE... pero estoy progresando

La inteligencia, en general, se puede definir como la capacidad para responder de la mejor manera posible a las demandas que el mundo nos presenta. Está formada por una parte intelectual y otra emocional.

La parte intelectual se llama inteligencia cognitiva y representa la parte de inteligencia que conocemos a partir de la escuela y la ciencia. Algunos ejemplos pueden ser reflexionar, examinar, acumular datos, conocer significados, decidir según la lógica, etc.

La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Algunos ejemplos pueden ser saber escuchar a los demás, ser agradable en las relaciones, no derrumbarse ante la presión, irritarse con facilidad o tener buen humor, etc…

Daniel Goleman, autor del libro “Inteligencia Emocional” dice que a la hora de tener éxito en la vida, la inteligencia cognitiva tiene un impacto de entre un 10 y un 20%, y la inteligencia emocional entre un 80 y un 90%.

Para ver más claros estos números, puede ser útil este ejemplo: recuerda un jefe que te haya marcado en tu carrera profesional de forma positiva. ¿Cuáles eran las características que hicieron que esa persona te marcara? ¿Eran aspectos relacionados con su inteligencia cognitiva o por su inteligencia emocional?

Es muy probable que la mayoría de las respuestas estén relacionadas con la inteligencia emocional, es decir, en cómo esa persona se relacionaba con su equipo.

La buena noticia es que así como la inteligencia cognitiva es estable (se puede medir el cociente intelectual con un test), la inteligencia emocional se puede mejorar.
Podemos aprender y entrenar todas aquellas habilidades relacionadas con nuestra inteligencia emocional para mejorar nuestros resultados y tener el éxito profesional y personal que deseamos en nuestra vida.

¿Qué habilidades implican ser inteligente emocionalmente?

Autoconciencia: Es importante familiarizarnos con nuestras emociones. Escucharnos y conocer nuestros impulsos (huir, llorar, estar tristes, sentir rabia…). Tienen su razón de ser y podemos aprovechar esa información. No se trata de intentar esconderlas sino de hacerles caso porque nos protegen de algo que nos molesta o nos impide lograr lo que queremos.

Gestionar emociones: Igual que es importante conocer nuestras emociones, una segunda fase es aprender a manejarlas. Nuestras reacciones no siempre son las más apropiadas. Se puede regular o cambiar la forma que tenemos de reaccionar a nuestras emociones, filtrándolas a través de la razón.

Motivación: Las emociones están relacionadas con  motivaciones para lograr nuestros objetivos. Muchas veces aparecen obstáculos que nos dificultan lograr lo que queremos. La forma en que afrontamos estos obstáculos está relacionada con nuestro nivel de inteligencia emocional. Una persona pesimista, ante un obstáculo, pensará que hay un fallo dentro de él/ella y que no se puede cambiar. En cambio, una persona optimista pensará que es un fallo ante las circunstancias y que se puede cambiar.

Empatía: Es importante entender cómo se sienten las personas que nos rodean para responder de forma apropiada. La empatía nos protege de no hacer daño a otro ser humano. No se trata sólo de entenderlo sino también de actuar en consecuencia.

Habilidades sociales: Están relacionadas con la capacidad de manejar las emociones de otras personas. Todos tenemos el poder de alegrar o entristecer a las personas de nuestro alrededor. Ese poder es muy valioso si se utiliza de una forma apropiada y a nuestro favor.

Si quieres mejorar tu inteligencia emocional y obtener mejores resultados en tu día a día, aquí tienes unas claves que te pueden ayudar:

Haz algo para mejorar las cosas. Si algo no te gusta, plantéate cómo puedes cambiarlo.

Céntrate en cómo percibes lo que te sucede y no tanto en lo que te sucede. Se puede aprender a pensar de forma optimista. Piensa que puedes hacer algo ante las dificultades.

Gestiona la forma en que tu cuerpo y mente reaccionan a tus emociones. La tensión y el estrés afectan directamente a nuestra salud y nuestro estado de ánimo. La relajación o la meditación ayudan a sentirnos equilibrados y conectados con el cuerpo y la mente. También el ejercicio físico tiene unos beneficios muy similares.

En tu búsqueda de empleo, en tu trabajo, en tu vida, ¿qué caso haces a tu inteligencia cognitiva y qué caso haces a tu inteligencia emocional? Valora cuál de las dos te va a dar más probabilidades de éxito y recuerda que se puede mejorar y aprender. ¡Está en tu mano!

Autor: Daniel Goleman 

jueves, 17 de octubre de 2013

¿A qué nos ayudan nuestras emociones?

En el día a día tenemos muchos retos que superar, nuestra mente nos ayuda a buscar soluciones pero son nuestras emociones las que nos ayudan a tomar la mejor decisión ( el corazón)

Las emociones nos ayudan a conocer si estamos yendo por el camino deseado o debemos de realizar un cambio.

La alegría nos dice que estamos bien, que hacemos lo correcto y esto hace que haya una coherencia entre lo que pensamos, hacemos y sentimos. Por ejemplo: estamos contentos cuando pasamos un buen rato con los amigos o cuando resolvemos un problema.

El enfado nos hace darnos cuenta que nuestros límites no están siendo respetados y que debemos defenderlos. Por ejemplo: un compañero de trabajo nos carga con su tarea.

El miedo nos dice que estamos ante una situación difícil, en este caso nos avisa de que debemos protegernos o enfrentarnos. Por ejemplo: una tarea de alta exigencia.

La tristeza nos dice que hemos perdido algo a lo que dábamos valor. Nos ayuda a pensarlo, a tomar nuevas decisiones. Por ejemplo: ante la pérdida de un ser querido, de un puesto de trabajo.


Para aprovecharlas y manejarlas correctamente podemos aprender a: 

1. Identificarlas. Saber qué es lo que nos está pasando.

2. Comprenderlas. Tomar un tiempo para saber el motivo por el cual nos sentimos así.

3. Buscar una solución. Ver qué podemos hacer para manejar lo que sentimos, buscar alternativas y elegir la mejor de ellas.


Como todo, se aprende practicando, en principio parece tarea difícil pero con la práctica podremos llegar a ser grandes expertos en manejar nuestras emociones, y con ello, ser más eficaces en nuestro día a día.


“Se logra una transformación radical sólo cuando comprendemos nuestro propio condicionamiento y somos libres de él.” JIDDU KRISHNAMURTI.

Aprender la Inteligencia Emocional y Social

No todos nacemos con este don, al igual que no todos nacemos con el don de la música o el don de las matemáticas... pero si sabemos que se puede entrenar a tocar el violín al igual que entrenar la relación con los demás.


Hasta ahora se había dado gran importancia a las capacidades intelectuales, es ahora cuando se está tomando conciencia de la necesidad de desarrollar la Inteligencia Emocional y Social al  denotarse que en las empresas, escuelas y familias se hace necesarias cualidades como la empatía, asertividad, habilidades comunicativas y de resolución de conflicto, trabajo en equipo, manejo de las propias emociones o las de los otros…

Las habilidades sociales deberían ser una asignatura obligatoria en la educación primaria y secundaria. Son habilidades tan necesarias como la lectura y escritura. Mientras no lo sean, cada uno puede ser autodidacta y practicar cada día una habilidad, valorar su evolución y observar cómo se relacionan los demás.

Los familias tienen un gran papel en este sentido, ¿Qué hacer cuando un niño/a evita relacionarse?

-          Animarle a que supere la situación que le provoca inseguridad. No reforzar que su malestar le lleve a abandonar la situación.  Puesto que le estaremos enseñando a que cuando algo le produzca angustia lo mejor es huir.
-          Proporcionarle la seguridad que necesita:
o   Valorar sus cualidades.
o   Ver con él situaciones que ha superado.
o   Comentarle dónde va a estar el adulto, quienes van a ser los amigos con los que estará.
-          Ponerle nombre a lo que siente. Ayudarle a expresar cómo se siente.Explicarle que ante las situaciones que no conocemos tenemos miedos que podemos superar.
-          Empatizar con él. Contarle algún caso parecido en el que nos sentíamos como él se siente ahora.
-          Ponerle metas alcanzables que tengan una dificultad creciente.
o   Primero acompañarle cerca del grupo de amigos.
o   Después reforzar que les salude y pida jugar con los otros.
o   Seguidamente, que lo haga él solo sin la ayuda del adulto.
-          Ante el fracaso. Si el niño no ha sido capaz de acercarse al grupo de niños o hablar con ellos, el adulto puede tranquilizarle con frases como: “estás aprendiendo, el próximo día se te dará muy bien”, “¿te puedo ayudar en algo?”, “la próxima vez lo conseguirás”. Después, cuando el niño/a esté tranquilo/a buscar soluciones para la próxima vez que se encuentre con la misma situación.
-          Antes de la situación a superar. Ayudarle a que lo visualice y lo exprese mediante la plastilina, con los muñecos o contárselo al adulto.
-          Ofrecerle espacios para relacionarse con iguales. Las relaciones con iguales son las más complicadas ya que son relaciones reciprocas, se relacionan al mismo nivel y esto no es tarea fácil. Lo fácil para cualquier niño es relacionarse con mayores o con pequeños donde son los “reyes”.
Para darle retos aumentando la dificultad lo ideal sería que, en principio, tuviese momentos para compartir con un amigo donde él se sienta competente, cuando tuviese la situación superada, proporcionarle espacios con más amigos. Por otro lado, de lugares que el tiene el control a lugares en los que no lo tiene, por ejemplo, invitar a amigos a casa, es una situación con una dificultad baja, más difícil será cuando sea en casa de un amigo, en el parque u otros contextos.

-        Después de verle con los amigos, si es posible por parte de la familia, reforzar cualidades como la generosidad, simpatía, cuidado por el otro, empatía, asertividad.

-          Aprovechar diferentes momentos del día para:

o   Darle ejemplos de amistad, asertividad, empatía. El adulto puede comentar con él qué amigos le gustan, cuáles son sus mejores amigos, qué les gusta de sus amigos, qué cree que a sus amigos les gusta de ellos.
o   Cuando juegue con el adulto, simular como jugaría con niños. Por ejemplo, no dejarle ganar siempre en los juegos, exponer lo que no le gusta cuando juegas con él tanto como lo que le gusta, decirle porque le elegirías como su mejor amigo.
o   Reforzar que sea generoso, deje elegir el juego,  felicite cuando el adulto le gana, preste sus juguetes.
o    
-          Comentarlo con el colegio. El colegio puede ayudar mucho a fomentar las relaciones con los compañeros. También puede recomendar a la familia actividades que le ayudarán fuera del horario lectivo.

Superar estas situaciones le ayudará a sentirse competente y seguro. En todo momento se anima al niño a que lo supere como un reto evitando comparaciones y sermones.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Como Adultos podemos cambiar


Lo importante es que ahora como adultos que somos, podemos replantearnos las cosas, podemos preguntarnos:
    ¿por qué soy así?
    ¿puedo ser de otra manera?
    ¿es así como quiero ser?  

    ¿es así como quiero seguir? 
    ¿podemos cambiar esto?

Si, podemos cambiar nuestra manera de pensar y nuestra manera de evaluarnos.

Solo con el hecho de preguntarnos estas cosas ya estamos empezando a cambiar.
Muchas veces el hecho de sembrar una duda en nuestros pensamientos ya nos hace abrirnos a nuevos caminos y nuevas posibilidades en nuestra vida.

Por eso os invito a que os preguntéis:
¿por qué te desprecias a ti mismo cada vez que alguien te critica?
¿lo que los demás digan de ti te hace ser mejor o peor persona?
¿la opinión de los demás tiene más valor que la  tuya?
¿qué opinas de de ti mismo?
¿que opinas tu de tu comportamiento, de esas ocasiones en las que eres criticado o alagado?
¿tiene que importarte tanto la opinión de los demás?
si es un ser querido o cercano el que te critica, ¿no se puede equivocar?



La opinión de los demás solo puede afectarte en la medida en que tu te lo creas y en la medida en que dejes que eso te afecte.

Antes de dejar que una crítica te hunda sería bueno que te dijeses a ti mismo y te preguntases estas cosas:
     ¿qué opino yo al respecto?
     la crítica va dirigida a mi actuación, no a mi persona
     ¿puedo aprender algo de la crítica?, si no es así, no es una crítica válida para mi


Recuerda siempre tus derechos


Tienes derecho a aprobarte a ti mismo
¿a quién tienes que pedir permiso para aprobarte y para aceptarte a ti mismo? 

Fuente: Blog http://mermgampsviajeinterior.blogspot.com.es/



lunes, 14 de octubre de 2013

¿Qué es un ser completo?


Siempre nos preguntamos como existen personas que viven y tienen una vida completa y llena:

- Son personas que no manipulan
- Disfrutan de lo que les llega en la vida
- Deja de lado la culpa cuando se la encuentra en el camino
- Es consciente en todo momento de lo hace y dice, por eso asume su responsabilidad cuando dice o expresa sus pensamientos
- Vive el ahora conscientemente, sin preocuparse por lo que paso o por lo que pasará
- No se siente amenazado por lo desconocido, ni por los reproches que se hace de si mismo.
Si alguien le necesita, rechaza esta necesidad, por entender que es perjudicial tanto para la otra persona como para él mismo. Quiere que la persona que ama sea independiente, que haga sus propias elecciones y que viva su vida por sí misma. Rehúsa depender de la gente y que dependan de él en una relación madura.
- Es muy independiente de la opinión de los demás, no le importa prácticamente nada si a la otra persona le gusta lo que dice o hace.
-No necesita ser amado por todo el mundo, ni tiene excesiva necesidad de aprobación. Reconoce que siempre habrá quien desapruebe lo que hace.
-No es rebelde, pero hace sus propias elecciones. Es dueño de sí mismo y aunque considera que la vida social es importante, se niega a dejar que ésta les gobierne o a convertirse en un esclavo de la misma.

- Sabe reír y hacer reír. Descubre el humor en casi todas las situaciones y se puede reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios. Jamás usa el ridículo para hacer reír.No se ríe de la gente, sino con la gente. Se ría de la vida y lo ve todo como un gran divertimento, aunque se toma muy en serio sus proyectos.
- Se acepta a sí mismo sin quejas. Sabe que es un ser humano y que serlo implica ciertos atributos. Sabe cual es su físico y lo acepta. No falsea su aspecto físico. No se esconde tras artificios ni se disculpa por ser como es.
- Jamás se queja de cosas que no pueden cambiar como las olas de calor.
- Nota su autovaloración ubicada dentro de sí mismo, por lo que cualquier problema externo no lo ve como una amenaza o un desafío para su propia valía. El problema solo es para él un obstáculo a vencer y no un reflejo de lo que es o deja de ser como persona.
- Luchará solo si la lucha puede traer cambio.
- Es incapaz de estereotipar. No es una persona superficial. Aunque pueda parecer egoísta y preocupado solo de su propio placer, en realidad pasa gran parte de su tiempo dedicado a los demás porque le gusta hacerlo.
- No se queja de la enfermedad ni anda contándole y quejándose a todo el mundo todo el tiempo sobre ella.
- No culpa a los demás. No se mete en habladurías ni propaga informaciones tendenciosas y malvadas. Está demasiado ocupado en vivir su propia vida.
- Cree que el orden y la organización es una manera útil de actuar y no un fin en sí misma.
- No consulta a expertos ni lee manuales sobre como se deben hacer las cosas, simplemente atacan los problemas de la mejor manera que sabe. Creativamente.
- No se aburre, toman todos los acontecimientos de la vida como una oportunidad para hacer, pensar, sentir, vivir.
- Es agresivamente curioso. Nunca sabe lo suficiente y siempre quiere aprender más de cada momento de su vida.
- No alardea de méritos para que otros le aplaudan. No se siente nunca superior ni actúa como si lo fuera.
- No tiene miedo al fracaso. El éxito en algo no es su éxito como ser humano. El fracaso para él es solo un índice de la opinión de otra gente y le tiene miedo puesto que no afecta a su autovaloración.
- No se dice a sí mismo que la otra gente debería comportarse de una manera distinta a la habitual o que los hechos deberían ser distintos.
- No es un discutidor terco. Solo expresa sus puntos de vista. No se afana por convencer a los demás porque entiende fútil que alguien tenga que pensar como él.
- No tiene miedo a causar una mala impresión pero tampoco hace lo posible por causarla.
- No es patriótico respecto a una frontera en especial. Se ve a sí mismo más bien como parte de la humanidad.
- No tiene héroes ni ídolos. Mira al resto de la gente como seres humanos y no coloca a nadie sobre sí ni bajo sí mismo en importancia.
- No exige justicia en cada ocasión.
- Quiere ser victorioso y eficiente por méritos propios en vez de ganar por fallos del contrincante.
- Mira adentro de sí mismo para encontrar su felicidad.
- No siente placer por las desgracias ajenas.
- Se ama a sí mismo, está motivado por un deseo de crecer y siempre que tiene la oportunidad de hacerlo, se trata muy bien a sí mismo. No tiene espacio para sentir autocompasión, ni autorrechazo, ni se odia a sí mismo.
- Tiene problemas pero no les inmovilizan emocionalmente. La medida de su salud mental no reside en no resbalar, sino en lo que hacer cuando resbala.
- No corre tras la felicidad, simplemente vive y cuando la felicidad llega, es simplemente su retribución. Saben que nada hace que la felicidad sea más inalcanzable que tratar de encontrarla.
…lo mejor de todo es que Tú puedes hacer esta elección ahora mismo, si escoges hacerla.
FUENTE: Texto extraído de “Tus Zonas Erróneas” de Wayne W. Dyer. y de la web www.habilidademocional.wordpress.com 


lunes, 7 de octubre de 2013

"LA ASERTIVIDAD" para gente extraordinaria

Buenos días

Que bonita palabra y que pocas veces la oímos en nuestro vocabulario diario.. solo puedo decir que desde que la conozco y la pongo en práctica te das cuenta que no puedes estar o ser sin ella.
Todo tiene un significado y no podía ser menos dicha palabra.
La asertividad es una flor que nace en cada uno de nosotros si la dejamos, pero al igual que dicha flor hay que cuidarla, regarla y mimarla  para que de sus frutos.
No es más que saber que todos tenemos unos derechos y el deber de respetar nuestros mismos derechos en los demás. Es apagar ese ego que no nos deja continuar por nuestro camino y dejar aparecer la asertividad, que es el amor y la verdad que cada uno lleva dentro.

Como seres únicos que somos, tenemos derecho a:

- A ser tratado con respeto y dignidad
- A tener y expresas los propios sentimientos y opiniones
- A reconocer mis propias necesidades, establecer mis objetivos y tomar mis propias decisiones
- A cambiar
- A decir "NO" sin sentirme culpable
- A pedir lo que quiero, aceptando a la vez que me lo nieguen.
- A pedir información y ser informado.
- A cometer errores.
- A ser independiente, a gozar y disfrutar.
- A triunfar
- A ser mi propio jefe
- A decidir el hacerme cargo o no de los problemas de los demás
- A dar o no explicaciones sobre mí comportamiento
- De no necesitar la aprobación de los demás
- A no ser perfecto
- A no ser asertivo.

Y ahora tenemos el DEBER de respetar nuestros derechos en los demás.

Para desarrollarla hay que ponerla en practica y mejorar cada día un poquito para llegar a serlo del todo, unos pequeños pasos serían

1. Autobservarse: Este paso es uno de los más importantes, ya que es donde reside el cambio para ser una persona asertiva o no. Solo tienes que apuntar los pensamientos con total honestidad que no te hacen ser asertivo o respetar tus derechos, los pensamientos negativos externos en el trabajo, con amigos, con familiares... y los internos contigo mismo, con lo que te dices, o imaginas en un pasado o en un futuro..

2. Cambiando mi pensamientos: Este es el proceso más difícil porque tenemos que ser conscientes de cada pensamientos, cuando al cabo del día tenemos millones de ellos, pero basta para que hagas uno, que se te repite diariamente, consciente y cambiarle por un pensamiento más racional y asertivo.

3. Reducir la ansiedad: A todos nos puede pasar que nos bloquearnos al hacer una comunicación más fluida tanto interna como externa, si es nuestro caso habrá que hacer unos 20 min de meditación o relación, ya sea escuchando música, leer o estar en silencio para que nuestros pensamientos vuelvan a seguir de manera racional y más tranquilos.

4. Aplicar estrategias: Las iremos viendo con más calma, pero lo primero es saber donde están nuestras situaciones y pensamientos que no nos dejan seguir o continuar con nuestra comunicación asertivamente.

- Técnica del disco rayado: Aplicarlo cuando no te interesa algo y no dejarte manipular te repites con un " no me intersa" sin tener que disculparte pero sin ser maleducado
- Técnica del banco de niebla : Dar la razón a la otra persona, sin llegar a discusiones
- Aplazamiento asertivo: Dejarlo para más tarde y se hayan calmado las aguas
- Relativizar las discusiones, ver que no va a llegar a nada la discusión
- Técnica de ignorar: No se le sigue la discusión al otro, se le hace comprender de alguna manera que no quieres entrar en discusiones.
- Técnica de la pregunta asertiva: Se le hace saber al otro que la crítica es bienintencionada, ya que le preguntas ¿ cómo puedes corregirlo para que a él le parezca bien y no vuelva a ocurrir?


Ahora a empezar a practicarla de poco a poco y solo en los comportamientos que para cada uno considere que no son asertivos.

Suerte y muchos besos.. Gracias! 

Conociendo LA EDUCACIÓN EMOCIONAL

Buenas tardes a todos ;)

Seguimos al trote...y conociendo una parte muy poco entrenada desde niños como son las emociones.

Y pienso yo....¿por qué a nadie se le ha ocurrido enseñarnos desde bien pequeños a trabajar las emociones tanto negativas como las positivas para un desarrollo emocional en perfecto estado y así evitar en tiempo difíciles cuando somos adolescentes o mayores, fracasos innecesarios por falta de gestión de las emociones?

Todos y digo todos porque a no ser que halla alguien que ya nazca sabiendo.... nacemos con el cerebro vacío de conocimientos lógicos, como son las matemáticas, la lengua, la física...etc. Pero sí todos sabemos cuando lloramos, estamos tristes, estamos alegres ... ya desde que nacemos nos guiamos por nuestras emociones y cuando nuestra madre nos ríe nosotros reímos o cuando lloramos por que nos duele algo o tenemos hambre nos dan besos, nos cuidan... entonces si aprendemos a imitar las emociones.¿Por qué luego se nos olvidan y no volvemos a escucharlas hasta que tenemos un golpe duro en la vida?

Nadie nos enseña a gestionarlas, a saber que hacer con ellas, a como educarlas para que sean una parte en nosotros y ya esta sin ninguna maldad.... solo una parte de nosotros.

Nacemos dormido, vivimos dormidos y morimos dormidos ( por Anthony de Mello) Despertarimos cuando aprendemos a dejar estar las emociones en nosotros, a no asustarnos por ellas, si no a que fluyan en nuestro interior sin necesidad de expresarlas. 

Gracias a este gran descubrimiento de David Goleman pionero en la Inteligencia emocional.... nos damos cuenta de lo importante que son y de las posibilidades magnificas que tendríamos, si en vez de avergonzarnos o reprimirnos, entendiéramos que dichas emociones son la parte de nuestro ser desde que nacemos o yo diría antes desde que estamos en en el vientre de nuestra madre, diciéndonos como tenemos que actuar, si es bueno o malo para nosotros hacer una cosa otra... NOS AVISAN Y NOS SALVAN DE TANTAS SITUACIONES .... que las dejamos pasar y seguimos dormidos. 
Yo por fin estoy empezando a despertar, a dejar de luchar en este mundo contra los otros.... y he empezado a fluir con ellas... a sentir una emoción negativa, escucharla, dejarla y esperar a que se vaya.. y así de fácil es como debería ser y como nos tendrían que enseñar desde pequeños... DESARROLLAR LA  INTELIGENCIA EMOCIONAL ( ya que todo sujeto nace con ellas) 

Os dejo un enlace de un blog que habla mejor y en profundidad de este tema, que a mí cada día me deja ver las cosas más claras, como son al natural como me dice el bloguero. 

http://habilidademocional.wordpress.com/

Gracias, gracias y gracias. 
Un beso